Comparador de préstamos rápidos: online, sin papeleos y en poco tiempo

Respuesta corta: En general, entre 2.000 y 10.000 euros.

Respuesta larga: Los préstamos rápidos suelen ofrecer importes de entre 2.000 y 10.000 euros en general, aunque hay entidades que ponen a disposición de sus clientes cantidades superiores o inferiores a esas cifras. Hay que tener en cuenta que esos suelen ser los montos máximos y mínimos que, con carácter general, están dispuestas a prestar, pero en función del perfil del solicitante, la financiera puede decidir ajustar esos límites.

Respuesta corta: Sí, siempre que se pueda demostrar otro tipo de ingresos o contar con un avalista que los tenga.

Respuesta larga: Sí, muchas entidades de préstamos rápidos aceptan a clientes que no tengan nómina siempre que puedan justificar ingresos mensuales recurrentes de otro tipo, tales como los provenientes de una pensión, una prestación pública, trabajo por cuenta propia (profesionales autónomos) o rentas del alquiler de propiedades del solicitante, entre muchas otras.

Eso sí, disponer de una nómina es una de las mejores garantías para conseguir un préstamo rápido. Esto es así porque se trata de un ingreso de una cantidad más o menos constante que el usuario recibe de forma regular todos los meses y, además, vinculada a un contrato que, de romperse por parte de la empresa, ofrece ciertas garantías económicas al empleado despedido. Todo esto hace que los bancos se sientan mucho más seguros de que van a cobrar sus mensualidades, por lo que estarán más dispuestos a ofrecer financiación a estas personas.

Con el resto de justificantes de ingresos las cosas se pueden complicar un poco porque no ofrecen tanta seguridad a las financieras. Las pensiones de personas jubiladas, por ejemplo, son también constantes, por lo que ofrecen garantías en ese sentido, pero suelen ser de importes bastantes más bajos que los de un sueldo, por lo que las entidades pueden considerar que no son suficientes para poder afrontar el pago de las cuotas sin problemas.

La prestación por desempleo, por su parte, además de ser habitualmente más reducida que el importe de un sueldo medio, tiene una duración determinada, al término de la cual el usuario se queda sin ingreso alguno si no ha conseguido un nuevo trabajo. Y con los autónomos la seguridad es aún menor, porque son profesionales cuyos beneficios pueden variar enormemente de un mes a otro.

A pesar de todo esto, existen muchas entidades que están dispuestas a ofrecer sus préstamos rápidos a personas que no tengan una nómina, aunque tal vez en estos casos soliciten documentos adicionales o exijan que el interesado aporte un bien de su propiedad como garantía de pago.

Las personas que no dispongan de una nómina pueden utilizar como justificante de ingresos documentos tales como el certificado de prestaciones públicas (pensionistas, desempleados, etc.), la declaración de la renta de los últimos ejercicios fiscales o los modelos trimestrales de IVA e IRPF (en el caso de los autónomos).

Lo que es más difícil es conseguir un préstamo rápido si el usuario no tiene ingresos justificables. En ese caso, lo único que puede hacer es lograr que una persona que sí los tenga le haga de avalista. De lo contrario, es prácticamente imposible que consiga un crédito, porque toda financiera necesitará algún tipo de garantía de que su potencial cliente va a poder devolver el dinero que le está prestando.

Respuesta corta: No, también es necesario presentar otros documentos como el justificante de ingresos.

Respuesta larga: No, aunque los préstamos rápidos tengan muy pocos requisitos, las entidades que los comercializan exigen algunas condiciones mínimas que van más allá de presentar el DNI. Además de este u otro documento de identidad, el solicitante debe aportar un justificante de ingresos válido, que puede ser una nómina, un certificado de prestaciones (en el caso de pensionistas o desempleados) o modelos administrativos relacionados con impuestos como la declaración de la renta o las declaraciones trimestrales de IVA e IRPF (autónomos), entre otros.

Las entidades exigen que los solicitantes de préstamos rápidos presenten estos justificantes de ingresos porque necesitan alguna garantía de que el usuario dispone de medios económicos para poder devolver el crédito sin problemas.

Respuesta corta: Sí, pero sólo con determinadas entidades.

Respuesta larga: Aunque los préstamos rápidos generalmente ofrecen importes que se sitúan entre los 2.000 y los 10.000 euros, hay entidades que permiten solicitar cantidades muy inferiores, en ocasiones de 300 euros o menos. Por las características de estos productos, también podrían ser considerados microcréditos. En cualquier caso, presentan las ventajas más destacadas de los préstamos rápidos: velocidad de concesión y pocos requisitos. Aunque, eso sí, sus intereses suelen ser más altos que los de instrumentos que prestan más dinero.

Respuesta corta: En primer lugar se activarán comisiones por demora que encarecerán el producto y, pasados tres meses, es posible que el usuario sea incluido en el fichero de morosos de la ASNEF por parte de la entidad acreedora.

Respuesta larga: No pagar la cuota de un préstamo rápido a tiempo puede ocasionar múltiples problemas al usuario. En primer lugar, se activarán una serie de comisiones e intereses de demora que empezarán a aumentar el monto de la deuda de forma inmediata, ya que se suelen cargar a diario. Por lo tanto, si el afectado no solventa rápidamente el impago, verá multiplicados sus problemas económicos en poco tiempo.

Además, si el afectado no resuelve la deuda y transcurren tres meses desde el primer impago, la entidad acreedora podrá iniciar los trámites para inscribirle en el fichero público de morosos de la ASNEF. Aparecer en dicho listado puede aumentar considerablemente los problemas del usuario, puesto que muchas empresas de diversos sectores podrán ver el adeudo que mantiene sin pagar y negarle sus servicios por ello.

A la ASNEF pertenecen multitud de compañías de diversos sectores productivos, no sólo financieras, también aseguradoras, eléctricas o telefónicas, entre muchas otras. Así, de aparecer en el citado fichero de morosos, la persona puede encontrar dificultades para contratar servicios tan básicos como aprovisionamientos del hogar. O, en el mejor de los casos, que esas empresas se los cobren más caros al entender que son clientes de riesgo por mantener deudas impagadas con otros proveedores.

Para tratar de evitar situaciones tan desagradables como estas, el usuario puede tomar medidas preventivas antes de que se produzca el primer impago. Si ve que, debido a su situación económica, no va a ser capaz de pagar la siguiente cuota, puede ponerse en contacto con la entidad para tratar de renegociar las condiciones del préstamo rápido y, por ejemplo, alargar el plazo de devolución para conseguir mensualidades más asequibles. Las financieras pueden aceptar esa renegociación o no, pero merece la pena probar.

En el caso de que se nieguen, el afectado también puede recurrir a una reunificación de deudas, un tipo de crédito que proporciona el importe necesario para que el solicitante solvente todos sus adeudos anteriores y los unifique, de tener varios, en una sola cuota. Se trata de pedir un préstamo para pagar otro, con los inconvenientes que eso conlleva (endeudarse más), pero permite establecer mejores condiciones en esta nueva financiación para evitar los impagos.

Respuesta corta: Depende de la entidad.

Respuesta larga: Hay entidades que sí solicitan que el usuario especifique para qué va a emplear el préstamo rápido y otras que no lo hacen. Nuestro buscador sí solicita siempre que se señale la finalidad del crédito, pero en este caso el objetivo es tener más datos para tratar de encontrar la financiación más adecuada para el interesado, puesto que hay productos especializados en ofrecer dinero para determinados gastos, por ejemplo aquellos destinados a la compra de un coche.

Sin embargo, si el usuario no desea compartir con el buscador la finalidad para la que quiere un préstamo rápido, siempre puede marcar la casilla “Otros”. Eso sí, en ese caso es posible que los créditos seleccionados no sean todo lo personalizados que podrían.